“Por lo tanto, también hoy se necesitan discípulos de Cristo que no escatimen tiempo ni energía para servir al Evangelio. Se necesitan jóvenes que dejen arder dentro de sí el amor de Dios y respondan generosamente a su llamamiento apremiante…Que cada uno de vosotros tenga la valentía de prometer al Espíritu Santo llevar a un joven a Jesucristo, como mejor lo considere, sabiendo «dar razón de vuestra esperanza, pero con mansedumbre

(Mensaje de SS Benedicto XVI por la Jornada Mundial de Jóvenes 2008)

Como parte del Planeamiento Estratégico del año 1998, nace la propuesta de la Línea de Acción de Jóvenes, la cual tuvo como prioridad darles los espacios necesarios a todos los jóvenes que venían participando en los diversos grupos de oración.  Para ello se conformó la Comisión Organizadora del Ministerio de Jóvenes Nacional, que sentó las bases para la posterior conformación del Ministerio Nacional de Jóvenes, llegándose a consolidar en los años posteriores con una significativa participación en todas las coordinaciones diocesanas.